Final.
Jimin despertó con un cuerpo robusto enredado a su cuerpo y unos cabellos nublando su vista, la respiración profunda del alfa haciendo cosquillas en su cuello y un suave ronroneo retumbando en sus oídos.
Desde hace unos tres meses que viene despertando de esta manera, y si fuera otra persona le habría avergonzado lo rápido que se acostumbró a esto.
Luego de su tan inoportuno celo, Jungkook lo llevó a la casa de sus padres en Busan para pasar año nuevo, ya que no pudo ir para navidad y su cumpleaños. La parte buena de todo esto, pasó tres días seguidos teniendo sexo y siendo cuidado por el alfa más tierno y sobreprotector que haya conocido. El sexo definitivamente fue de lo mejor que había experimentado en su vida, y el detalle del cupcake por su cumpleaños lo derritió en segundos.
En casa de sus padres, se dedicó a recibir tanto cumplidos por su cumpleaños tardío como por el alfa que lo había traído a casa, pasando por la vergüenza de que le señalaran que estaba completamente envuelto en su aroma, por lo que repartió unos cuantos comentarios sarcásticos y no salió de casa en toda la semana. Lo visitaron unos amigos de su infancia, se puso al día con sus historias, se dedicó a jugar con sus hermanas y a pasar un buen rato allí.
Cuando volvió a su departamento se encontró a Jungkook esperándolo en la puerta con un pack de cervezas, comida china y una sonrisa brillante, pero luciendo adorablemente nervioso a la vez.
Cuando entraron al departamento, dejaron las cosas en la entrada y se fundieron en un abrazo, conectando sus bocas al instante, como si hubieran pasado meses sin verse en vez de días.
Al separarse, el pelinegro bajó su cabeza instintivamente hacia el cuello del rubio, aspirando sus feromonas y dejando besos pequeños allí.
Riendo tomó la mano del alfa y se dirigió hacia el sofá, donde se sentaron, el alfa atrayendo al otro chico a sus piernas, dejando otro beso en su cabeza y en sus mejillas. Sintiéndose tranquilo y sumiso, se giró para preguntarle al alfa de que iba toda la cosa, para enterarse que Jungkook lo quería cortejar.
Tras un corto período de shock, se despertó para abrazar y besar tiernamente al pelinegro, la propuesta fue muy original.
Pasaron los días y siguió recibiendo regalos de Jungkook; comida a montones, anillos, un collar precioso, flores y más prendas del alfa.
Para cuando llegó el cumpleaños de Jungkook, se sentía rodeado de su amor, sus regalos e infinitas promesas, que esperaba devolver en igual medida. Ese día, a pesar de dormir juntos entre las casas de los dos, Jimin lo esperó en su propio departamento con una taza verde en la alacena, un cepillo de dientes nuevo al lado del suyo y la mitad de su guardarropa desocupado. El resultado fue que el alfa terminó anudándolo en el sillón, en la ducha y en la cama.
Así fue como llegó a despertar todos los días siendo abrazado a un oso que no dejaba de repartirle besos en la cara todos los días y le hacía el desayuno antes de irse a trabajar. Se sentía una persona muy afortunada.
Claro, Jimin seguía siendo una persona independiente a pesar de todo, por lo que tomaba el transporte todos los días para ir y volver a su trabajo en una escuela donde enseñaba música, compraba los víveres, salía con Taehyung a almorzar de vez en cuando y se encontraba con Jungkook al final de su día para volver juntos a casa.
Tampoco faltaban los alfas idiotas que no captaban que la ropa grande que usaba ni el olor a alfa que llevaba encima diariamente se debía a que se encontraba en una relación con uno, pero gracias a sus comentarios rápidos siempre se los lograba sacar de encima... o a casi todos, menos a Taemin, un alfa que enseñaba Educación Física en la escuela donde trabaja. Jimin jura que ese proyecto de alfa tiene sólo dos neuronas y están de huelga, porque siempre lo molesta a él y a Hwasa, la omega que enseña Educación A/B/O.
Hwasa es una omega pequeña, rubia y de ojos avellana, que a pesar de tener aspecto frágil, como Jimin, tiene un carácter fuerte y no teme hacerle frente a los alfas, lo que la convierte en una gran profesora, capaz de controlar a los adolescentes con sus hormonas alocadas.
Un día, sentados en el almuerzo mientras vigilaban a los chicos desde su mesa se les acercó Taemin y sentó entre ellos, apestando a arrogancia. Rodando los ojos, ambos omegas decidieron hacer de cuenta que estaban solos e ignoraron al hombre, siguiendo con la conversación antes que llegara. Al no gustarle la situación, empezó a actuar como los niños en la cafetería, alzando la voz por sobre las suyas para hacer saber su opinión y hasta impregnó sus chaquetas con su aroma.
—Tienes que estar bromeando —dijo Hwasa molesta cuando salieron del lugar.
—Se porta como un adolescente, es un idiota. Y Jungkook va a querer despellejarlo cuando huela su aroma en mi —le contestó, rodando los ojos.
—Oooh si, me encantaría ver como le patean el trasero —dijo Hwasa, con una sonrisa maliciosa en la cara.
—No voy a dejar que llegue a eso, o va a dormir en el sofá. Sabe que no debe ser violento en lo que a mi respecta —le responde Jimin, tirando un paquete vacío de gomitas al basurero.
—Mañana voy a estar en primera fila de todas maneras. Taemin merece que lo pongan en su lugar.
—Ni que lo digas, también voy a hablar con el director, no tiene derecho a marcarnos con su aroma sin permiso —dice serio Jimin.
—Te acompaño, somos omegas, no juguetes —concede Hwasa.
Cuando terminan las clases, los dos se dirigen a la oficina del director para hablar de las actitudes de Taemin y lo que hizo en el almuerzo, y luego de asegurarles que iba a hablar con él, salieron del lugar y se despidieron, para volver cada uno a su casa.
Al llegar a la estación en la que debe bajar, se encuentra como siempre a Jungkook fuera del lugar con el auto estacionado. En cuanto entra, se dan un beso cariñoso, que se ve interrumpido con un gruñido de parte del pelinegro al darse cuenta que Jimin tiene un aroma extraño encima.
—¿Qué ha pasado amor? —le pregunta preocupado Jungkook.
—Taemin ha pasado. Estábamos sentados con Hwasa en la cafetería, charlando y vigilando a los niños cuando se sentó entre nosotros e intentó llamar la atención. Como decidimos ignorarlo, se molestó y comenzó a interrumpirnos como un crío y luego nos marcó con su aroma —le contestó Jimin, rodando los ojos recordando el episodio.
—Maldito idiota, ¿quién se cree que es? —contestó malhumorado Jungkook.
—Hey, bebé, no te preocupes. Llegamos a casa y me reclamas como tú quieras —le contesta, acariciando su brazo suavemente y dejando un beso en su cuello, soltando feromonas para tranquilizar a su alfa.
—Hmm... Gracias amor. Mañana ese idiota me va a escuchar, de todas maneras —le dice, más tranquilo.
—Nada de violencia —le dice Jimin desde su lugar, mirándolo de reojo.
—Nada de violencia —le contesta, dejando un beso en su nariz.
Esa noche, luego de que lleguen al departamento, Jungkook se dedica a marcarlo con su aroma mientras le hace el amor lentamente y le deja chupetones por todo el cuerpo.
✧✦✧
Al día siguiente, Jungkook cumple con su palabra y, avisando en su trabajo que iba a llegar tarde, llevó en auto a Jimin hasta la escuela, tomándose su tiempo en el trayecto para poder pasar un poco más de tiempo con su omega y para poder ver al alfa molesto antes de irse.
Cuando llegan al estacionamiento, Taemin estaba saliendo de su auto, sonriéndole a algunas profesoras betas que solo se dedicaban a ignorarlo, por lo que salieron los dos, Jimin por delante, para que no se saliera de control.
—Hola Jemin, ¿cómo estás? ¿Te trajo tu hermano al trabajo? —le pregunta el otro alfa, tratando de hacerse el gracioso.
—¿Te crees gracioso Jaemin? —le pregunta Jungkook detrás de Jimin, su ceño cada vez más fruncido.
—Eh, mi nombre es Taemin, y estaba tratando de ser amigable aquí con el pequeño omega, ¿verdad? —le dice, guiñándole el ojo a Jimin.
—Como sea Taebin. Jimin no es sólo un "pequeño omega", es una persona, y una a la que le gusta que lo respeten y odia a los idiotas como tú que tienen problemas de olfato y no respetan su espacio personal —le dice, cada vez más serio, su aroma y su aura aumentando notoriamente.
Había tanto alumnos como profesores en las puertas de la escuela y en el estacionamiento viendo como finalmente le iban a patear el trasero al idiota del profesor de Ed. Física.
—Así que si has traído a tu hermano a que te defienda eh... no sabía que te había afectado tanto mi aroma, Jimin. Me lo hubieras dicho, te puedo dar mi chaqueta así traes mi aroma todo el día. Aunque deberás devolverla, porque tu hermano te marca todos los días y no quiero que quede apestado con el olor a otro alfa.
—No soy el hermano, soy el novio. Lo que hiciste con Jimin y Hwasa es una falta de respeto, no puedes marcarlos con tu aroma sin su permiso. Debería darte vergüenza actuar como un chiquillo, eres un adulto, actúa como tal. Si me vuelvo a enterar que haces algo por el estilo, te voy a denunciar por acoso, estás avisado —le contesta Jungkook, gruñendo.
Al parecer el establecimiento entero los estaba observando, porque lo siguiente que se escucha son aplausos por todas partes. Por fin, alguien había puesto en su lugar al imbécil del alfa. Al pie de la escalera estaba el director mirando la escena y, cuando se dan vuelta para mirar, el director lo llama al alfa para hablar.
—Gracias bebé, estuviste genial —le dice Jimin al oído, dándole un gran beso en la mejilla a Jungkook, mientras el resto de la escuela se dispersaba y comenzaba a entrar.
—No tienes que agradecerme amor, sabes que haría cualquier cosa por ti —le contesta más tranquilo, colocando una mando en la baja espalda del rubio.
—Oooh, son tan tiernos juntos, hacen una hermosa pareja. Por cierto, gracias por defenderme también del idiota ese, soy Hwasa —le dice la chica, extendiendo una mano hacia la pareja.
—¿Cómo estás Hwasa? Me alegro de conocerte, y ojalá no los moleste más —le dice Jungkook, tomando su mano para volver a colocarla sobre Jimin.
—Bueno, por más que me gustaría quedarme, debo ir a la oficina o Hoseok no dejará de quejarse. Esta semana tenemos que entregar unos planos de una casa y Hoseok está que camina por las paredes, Taehyung está a punto de pedir mi cabeza —comenta Jungkook entre risas. Le dedica un gesto con la mano a Hwasa, le da otro beso a Jimin y se sube al auto para ir a su trabajo.
—Wow, tu alfa es genial. Por lo general son mucho más territoriales con sus parejas, pero se contuvo bastante —le comenta Hwasa mientras se dirigen al edificio.
—Sabe que puedo defenderme solo, sólo vino para ponerle un alto al idiota de Taemin, no es realmente una persona violenta. Se preocupa y es muy protector hacia mi, pero sabe que hay límites —le charla Jimin amigablemente mientras se dirigen a la sala de profesores.
✧✦✧
Pasaron dos meses desde el incidente en la escuela, y todo estaba más tranquilo.
Establecieron una pequeña rutina, se levantan, mientras uno se ducha el otro prepara el desayuno, luego desayunan juntos, se terminan de preparar y bajan los dos juntos, uno al estacionamiento y el otro al hall principal. Se dirigen hacia sus respectivos trabajos y cuando vuelven al departamento se cuentan del día que tuvieron mientras se acurrucan en el sillón, mirando alguna película; o tal vez se sientan en la cocina a charlar sobre algún plan mientras hacen la cena, o incluso salen a citas, al cine, a restaurantes, alguna discoteca, pero siempre juntos.
Esa mañana, cuando desayunaban, Jungkook le contó a Jimin que tenía una sorpresa para él cuando llegara a casa, y estaba muy emocionado de mostrarle lo que era.
Jimin sintió a su omega interior removerse inquieto y emocionado; habían hablado hace unos días y Jungkook le había dicho que su celo se estaba acercando, por lo que Jimin le había ofrecido ayudarle. Últimamente lo notaba más cariñoso de lo normal, y le dejaba marcarlo con su aroma todos los días.
Con ese pensamiento en la mente, tomó su camino habitual hacia su trabajo. En la escuela, se dedicó por completo a sus alumnos, a charlar entre clases con Hwasa y a charlar con Taehyung en la hora del almuerzo.
Cuando volvió al departamento, se encontró con que Jungkook le había dejado una nota para que se ponga algo bonito, para resaltar su belleza (dios, Jungkook podía ser tan cursi a veces), porque lo iba a llevar a un restaurante.
Estaba por meterse en la ducha cuando escuchó llegar a Jungkook, haciéndole saber donde estaba mientras comenzaba a bañarse para poder ir a la cita.
—¿No me esperaste para bañarnos juntos? —le pregunta con un puchero en los labios.
—No me dijiste que te esperara, alfa. Puedes unirte de todas maneras, ¿sabes? —le contesta coquetamente, haciéndole señas para que entre a la ducha.
—Hmm, que buen omega eres para mi, pequeño... —le dice, desvistiéndose y entrando a la ducha para luego acorralar al rubio y levantarlo por los muslos para que estén a la misma altura, mientras le da un beso y luego le muerde el labio inferior.
Luego de la sesión de besos que puede o no haber terminado en Jimin arrodillado mientras su alfa le follaba la boca, se dedicaron a asearse mutuamente, para luego salir a vestirse y tomar sus cosas para salir a cenar.
—¿A dónde iremos, Jungkook? —le pregunta Jimin, cada vez más nervioso de la anticipación.
—Es una sorpresa bebé, te prometo que te gustará —le contesta con un guiño.
Cuando llegan a la puerta, a Jimin se le escapa una carcajada, porque lo llevó al restaurante de sushi al que lo había llevado para su primera cita.
—¿De verdad? —le pregunta divertido.
—¿Qué? La pasamos bien aquí, y la comida es deliciosa —se defiende Jungkook entre risas.
Entran al local, se sientan en la misma mesa de la primera vez y piden la comida.
—Esto casi se siente como un Deja vu, excepto que esta vez tu camisa es diferente —le dice Jimin guiñándole un ojo, para animar el ambiente. Nota como Jungkook está un poco nervioso y quiere que se relaje.
—Si, lo es. Creo que me siento más nervioso que la primera vez que vinimos —le dice honestamente Jungkook.
—Amor, no tienes porque estar nervioso. Solo somos tu y yo, ¿verdad? Todo estará bien —le promete Jimin, acariciando los nudillos de las manos, y dándole su mejor sonrisa.
—Gracias cariño, eres lo mejor que me ha pasado —le contesta Jungkook, llevando las manos de Jimin a sus labios brevemente.
Llega la comida y se ponen a charlar de su semana, de su trabajo y de cómo deberían de ir a visitar a sus familias uno de estos días, que hace mucho no las ven.
Cuando llega el postre, Jungkook vuelve a removerse en su asiento, y se sienta derecho, tomando las manos de Jimin nuevamente entre las suyas.
—Jimin, desde que te conocí, supe que eras especial. Tienes ese aura que atrae a todo el mundo, y también esa fuerza que te hace destacarte entre todos; tienes un sentido del humor sin igual, unos ojos que parecen el cielo y el mar juntos, eres hermoso y no he dejado de pensar en ti prácticamente desde que te vi en esa pista de baile. Cariño, haces de todos mis días el mejor día de mi vida, y me encantaría pasar el resto de mis días contigo. Me encantaría que fueras mi esposo, y me encantaría que lleves mi marca, eres el omega que todo el mundo sueña pero que pocos pueden llegar a tener en sus manos, para proteger y adorar. Te amo mucho bebé —le confesó Jungkook, con una cajita conteniendo un anillo plateado en el centro.
—Oh Dios, Jungkook. Por supuesto que si, quiero todo contigo... —contestó simplemente Jimin, y se levantó con piernas temblorosas para lanzarse a los brazos del alfa más tierno que haya conocido nunca, besando toda su cara y susurrándole todo el tiempo cuanto lo ama.
Cuando llegaron al departamento nuevamente, se dedicaron a besarse lentamente en la cama, acariciando sus cuerpos, tocando al otro de memoria, donde sabe que al otro le gusta, simplemente bebiendo de la compañía del otro, sabiendo que nunca más se sentirían solos.
✧✦✧
A la mañana siguiente, como se esperaba, llegó el celo de Jungkook, y se sintieron si puede ser posible más conectados que nunca, sabiendo que eran el uno para el otro.
En el medio de una ola, mientras Jungkook estaba enterrado profundamente en Jimin, jadeando del esfuerzo, sosteniendo las caderas del omega con una mano, mientras la otra acariciaba lentamente el abdomen del rubio, sus dientes jugando con su hombro, y Jimin un desastre jadeando, temblando y lloriqueando debajo suyo, es que susurra con los ojos cerrados.
—Márcame, alfa...
—Hmm, ¿estás seguro omega? —le pregunta Jungkook, su vista más oscurecida que nunca.
—Hazlo, soy t-tuyo Jungkook —le contesta, abriendo los ojos para transmitirle toda la seguridad que puede.
Aumentando el ritmo, y sintiendo como su nudo se estaba formando, busca con su nariz inconscientemente hasta que encuentra la glándula de Jimin y clava sus dientes mientras su nudo se termina de formar y queda atrapado dentro del omega.
Jimin se viene en el orgasmo más grande que tuvo en toda su vida, siente que ve toda la galaxia y las estrellas detrás de sus párpados y se arquea, haciendo la cabeza hacia atrás aturdido mientras su cuerpo se sacude sin fin, sujetándose torpemente de los brazos del alfa para sentir que sigue en la tierra y no se va flotando persiguiendo las estrellas.
Con una exhalación, vuelve a alzar la cabeza para morder el hombro de Jungkook, donde su omega interior sabe está la glándula de aroma del otro.
Con un gruñido, Jungkook comienza a venirse dentro suyo, retirando sus colmillos del cuello del rubio y lamiendo la herida para sellar finalmente la marca, su alfa interior ya tranquilo y orgulloso de portar la marca del otro, de sentirse reclamado por el omega como suyo y de que su omega lo quiera y lo necesite como él.
Fin.
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